Publicidad y Cine una relación perfecta

No podemos negar que la publicidad se renueva cada vez que es necesario para incitarnos a consumir sin darnos cuenta. Hay elementos más o menos intrusivos pero lo que está claro es que es un recurso eficaz.

En particular hoy os hablaremos de la fuerza de la publicidad en el cine, para que sepáis cómo puede ayudar la proyección de vuestros anuncios en la gran pantalla.

¿Por qué la publicidad en el cine es tan efectiva?

Visto desde el vídeo marketing, existen 5 elementos que suponen lo que denominamos como la fuerza de la publicidad en el cine. Estos son el lugar, la pantalla, el sonido, el tiempo de los anuncios y el recuerdo que generamos de la experiencia.

Al encontrarnos en un lugar cerrado, al que hemos ido intencionadamente y con interés, no nos vamos a mover para evitar los anuncios. Además, llevar puesto el chip de pasarlo bien hace que seamos más receptivos.

Vídeos Publicidad en el cine

La pantalla

El tamaño del panel hace que, sí o sí, se capte la atención en lo que se proyecta. Aún si estamos hablando con nuestros acompañantes podemos ver parte de los anuncios que se están emitiendo mientras tanto.

El sonido

¡Y qué decir del sonido! En los cines se tiene la insana costumbre de tener un volumen muy por encima del recomendable para nuestros oídos.

Es imposible que el audio pase desapercibido a ese volumen y, por supuesto, haciendo, como se hace, uso de las tecnologías más envolventes. Así, ya puedes estar de espaldas a la pantalla y hablando a viva voz que te vas a enterar de todo lo que te cuenten en los anuncios.

El tiempo del anuncio

Aunque lo común es realizar anuncios publicitarios audiovisuales de corta duración, en el cine se puedo uno tomar la licencia de alargar esta todo lo que se nos ocurra.

El recuerdo

No es ninguna novedad que la publicidad en el cine es más fácilmente recordada y de una manera más completa; a mayor duración, más impacto. Esta afirmación se vuelve más real si elegimos un formato similar al de una película que, a fin de cuentas, el lo que el espectador ha ido a ver.

Todo lo anterior ayuda a ello; sin embargo, hay otro punto muy a tener el cuenta: la sensaciones que se vive en el cine. Cuando alguien va al cine, vive una experiencia, guarda un recuerdo de todo ello, desde el momento en que sale por la puerta o se reúne con su acompañante hasta que vuelve a casa y se dedica a pensar en el film.

Así, todos los elementos de la jornada de cine quedarán bien guardados en tu memoria de manera intencional.

Está claro que en un mundo tan complejo como el de la promoción es necesario tener en cuenta todos y cada uno de los factores de cada situación específica; sólo así podremos asegurar el éxito tras conseguir los resultados que nos habíamos marcado.

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