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Historia de la tipografía mas odiada: Comic Sans

Vincent Connare era un joven y rebelde estudiante de Bellas Artes en Nueva York que iba frecuentemente a galerías de arte. Allí llegó a una conclusión sobre lo que era buen arte y mal arte. El buen arte era aquel que al menos «te hacía pararte y mirar». Daba igual que lo odiases o lo amases: al menos había logrado que te fijases en él.

Esa conclusión acabó siendo la que le llevaría a crear una de las tipografías más famosas y polémicas de la historia. Años después trabajaría para Microsoft en diversas tipografías, pero el encargo de crear una para el programa «Microsoft Bob» hizo que tuviese la oportunidad de seguir precisamente esa máxima. Así nació ‘Comic Sans’, un tipo de letra que no gustó a su jefe, que quería algo más «tipográfico». Connare lo tenía claro. «No», le respondió. «Tiene que ser rara».

¿La tipografía más odiada de la historia?

El creador de Comic Sans ha relatado el origen de Comic Sans en ‘Great Big Story’, un canal de YouTube en el que cuenta su historia en medio de una narración que nos da un paseo por esas bases que le llevaron a crear esta tipografía tan conocida.

Para crearla Connare se inspiró en las tipografías utilizadas tradicionalmente en los cómics de superhéroes. «Observaba las tipografías de ‘Batman’ o ‘Watchmen’ e intenté dibujar en el ordenador algo que fuera parecido a eso, pero sin copiarlo. Así es como se hizo Comic Sans: mirando cómics y a sus personajes».

Connare acabó convenciendo a su jefe en Microsoft de que la incluyese en «Microsoft Bob», y para él se trataba de una tipografía que no era esa «tipografía aburrida de los libros de texto». Lo más gracioso es que ni siquiera llegó a incluirse en aquel programa, pero sí acabó convirtiéndose en una de las tipografías preinstaladas en los Mac que se vendieron a partir de 1996.

Connare vio ‘Comic Sans’ utilizada por primera vez en una tienda llamada «Fun Stamps» que tenía un letrero de neón con esa tipografía, y entonces se dio cuenta de que el «efecto bola de nieve» sería inevitable. De repente la veía por todas partes allá donde viajaba: toallas, paquetes de pan de molde, nombres de calles, «… en todas partes». Incluso le pareció gracioso que se formaran varios grupos de diseñadores que lucharan por prohibir el uso de Comic Sans.

Para él Comic Sans «no es una de las mejores obras de arte, pero conceptualmente es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida, de hecho probablemente es lo mejor que he hecho en mi vida«

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