Historia de la Helvetica, la tipografia que nunca pasa de moda – Urban Comunicacion
La tipografía Helvetica cumple 60 años. La que podríamos definir como una de las tipografías legendarias, máxima expresión del estilo suizo que trajo la modernidad en el diseño a mediados del siglo XX y cuya influencia sigue vigente.
Hace ya 60 años que Max Miedinger y Edouard Hoffmann recibieron el encargo, por parte de la fundición suiza Haas’sche Schriftgießerei (Haas), de modernizar su tipografía sans serif. La tipografía Helvetica apareció en nuestras vidas para quedarse. Hoy, vamos a repasar la historia de la tipografía más celebrada.
Origen de la tipografía Helvetica
Historia Tipografía Helvetica
En 1957 Max Miedinger recibió un encargo de Edouard Hoffmann (Fundición Haas) para modernizar el estilo de la tipografia tipo sans-serif de la casa tipográfica. Esta tipografia era Haas Grotesk y se basaba en el Akzidenz Grotesk de la Fundición Berthold de finales del siglo XIX. Miedinger rediseñó la tipografía, convirtiéndola en la “Neue Haas Grotesk”.
La tipografía conserva el nombre hasta 1961, año en que la Fundición Stempel adquirió la Fundición Haas. Los nuevos dueños (con Walter Cunz a la cabeza) decidieron desarrollar una serie completa con diferentes pesos, y renombrarla como “Helvetica”.
La Fundición Stempel la lanzó comercialmente para las máquinas Linotype, y en poco tiempo, y gracias un boom de la exportación del diseño objetivo (más conocido como Estilo Tipográfico Internacional), la Helvética se posicionó entre las tipografías más usadas de la historia.
La Helvetica es un tipografía eficaz para uso cotidiano, especialmente para titulares (poco menos para cuerpo de texto). Su éxito se debe a su estupenda escalabilidad en todo tipo de situaciones. También a su uso durante el período en que la corriente del estilo internacional marcó la pauta del grafismo.
De palo seco, redondeada, con una gran altura de la x y sin florituras. Favorece mucho su uso el hecho de contar con tantos pesos distintos, que la hacen adecuada en prácticamente cualquier contexto. Destacan la pierna de la “R” o el rabo de la “a”, así como la barbilla de la “G”. Podríamos decir que carece de modulación en sus trazos, más al compararla con una de sus rivales, la Univers.
La Helvetica tiene una preferencia por la fotografía en lugar de ilustraciones o dibujos. En ella predomina la información basada en la claridad, la legibilidad y la objetividad, usando esas tipografías sin serif que reflejaban el espíritu progresista de una época.
Aplicación de la tipografía Helvetica
Cuando vas caminando por la calle, te fijas en aquel rotulo que antes no habías visto. Observarás que su nombre está compuesto por una serie de letras que te resultan muy familiares, y no sabes por qué. Porque inconscientemente los tienes interiorizados, porque sin darte cuenta los has ido viendo en todo tu recorrido a diario. Muchos de esos elementos físicos y rutinarios están vestidos en la considerada como la más bella de entre todas las tipografías de todo el mundo: La Helvetica.
Logotipos Tipografía Helvetica
Su éxito se debe a su estupenda escala en todo tipo de situaciones. Aunque sus detractores comenten que a tamaños pequeños, “la tipografía se comporta de manera defectuosa, fragmentando ópticamente los ejes de lectura”. Varios grandes diseñadores han defendido la Helvética sólo para el uso en titulares y a gran tamaño (entre ellos Wolfgang Weingart y Paul Rand).
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