Las ilusiones ópticas de Escher
Clasificar la obra de Escher no resulta algo sencillo, para los matemáticos: fue un artista, para los artistas: fue un matemático. La creación de escenarios fantásticos o situaciones imposibles podría vincularlo con los surrealistas, aunque no se interesó por la psicología y sus obras no derivaron específicamente de los sueños; si notamos el estilo surrealista en su afán de escapar de la realidad. Su estilo más reconocido se basa en la experimentación hasta los límites de lo posible que muestran su dominio de la geometría, la perspectiva y la división del plano en figuras iguales.
Sus primeras obras retrataban paisajes y arquitectura de forma realista, la Alhambra de Granada (España), fue uno de sus edificios predilectos al momento de reflejar la realidad, su ornamentación recargada, se repartían el espacio de forma esquemática y perfecta, influyó a las creaciones siguientes, en las que empiezan a mostrar divisiones regulares del plano y patrones de repetición.
Posteriormente, Escher se destacó por grabados en madera, xilografías y litografías. Entre sus obras se encuentran algunas similitudes que nos permiten reconocer su trabajo.
Características generales:
– Juegos visuales
– Utilización del blanco y el negro en su mayoría
– En las imágenes en blanco y negro, el juego de luces y sombras es el principal protagonista, así como las texturas de las cosas que ayudan a diferenciar las formas.
– Dualidad, búsqueda del equilibrio y simetría
– El infinito frente a lo limitado
– Figuras imposibles
– Fondos reticulados con diversos patrones
– Mundos imaginarios
– Ilusiones ópticas
– Sorpresas ocultas
– Impresión de espacios sin límites
– Sensación de normalidad dentro de lo anormal o imposible
– Cuerpos platónicos, cintas de Möebius, geometría hiperbólica, etc.
– Sustitución de los sólidos principios tradicionales por nuevas leyes y extraños principios geométricos.
– Espacios paradójicos que desafían a los modos habituales de representación.
– Ciclos, Metamorfosis, Teselaciones y Traslaciones
No basó su trabajo en los sentimientos y siempre buscó crear su propio universo. Evitando utilizar elementos de obras anteriores (excepto en los encargos).
Bruno Ernst (uno de sus biógrafos) analizó y clasificó sus obras en tres categorías:
– La estructura del espacio: paisajes, compenetración de mundo y cuerpos matemáticos.
– La estructura de la superficie: metamorfosis, ciclos y aproximaciones al infinito.
– La proyección del espacio tridimensional en el plano: representación pictórica tradicional, perspectiva y figuras imposibles.
Su visión abstracta se conjugó con el arte y con las matemáticas; pero Escher sentía que tenía más en común con los matemáticos que con los artistas, aunque en las conferencias de matemáticas aplicadas, por ejemplo, sólo podía responder ante los expertos, a través de la experimentación visual que realizaba en sus obras.
Actualmente su trabajo se encuentra plasmado en posters, puzzles, camisetas, corbatas, portadas de libros, revistas, campañas publicitarias y en todo tipo de formatos
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