El toro de osborne, una de las grandes marcas reconocidas de España
Todos hemos visto alguna vez en algún viaje por carreteras españolas una enorme silueta negra de un toro que se alza imponiéndose frente al resto del paisaje. Una imagen que nos ha acompañado desde hace años y que ya ha entrado a formar parte del repertorio iconográfico colectivo, reconocido como “el toro de Osborne”.
Tenemos que remontarnos a 1956 para dar con el nacimiento de este logotipo, cuando el Grupo Osborne encomienda a la agencia madrileña Azor el diseño de una valla publicitaria para su brandy Veterano. Manuel Prieto fue el encargado de esta labor, y tal fue la repercusión que se ha convertido en un auténtico símbolo nacional.
Boceto realizado por Manolo Prieto para el logotipo de Bodegas Osborne.
La historia de las famosas vallas publicitarias
Las primeras vallas que se instalaron eran de madera y tenían una altura de 4 metros, lo cual debía de ser suficiente para una buena visibilidad. Sin embargo, en 1961 se empiezan a construir en metal debido a los daños que sufrían por las fuertes condiciones meteorológicas, y posteriormente en 1962, tras un cambio en la normativa de carteles publicitarios, se instalan vallas de hasta 14 metros,convirtiéndose en auténticos gigantes de las carreteras.
Aunque pueda parecer algo impensable, estos toros, que ya eran más de 500 en toda la Península, estuvieron a punto de desaparecer por orden del Reglamento General de Carreteras de retirar todos estos carteles publicitarios en 1994. Pero tal era el poder de este símbolo, que tanto Ayuntamientos como Comunidades Autónomas se unieron en una iniciativa llamada Salvemos al toro para promover no sólo su permanencia en las carreteras, sino su proclamación como Bien Cultural. Finalmente ese mismo año es declarado en el Congreso de los Diputados como patrimonio cultural y artístico de España.
Y, ¿qué ha ocurrido hasta el día de hoy?
Actualmente se mantienen unos 90 toros en toda España, la mayor parte en Andalucía, y exceptuando las comunidades de Cataluña, Murcia y Cantabria. Su identificación con el enaltecimiento nacional y el sentimiento de patriotismo nacional ha desencadenado que haya sido atacado en muchas zonas de la Península. Concretamente, en Cataluña y Galicia algunos de estos toros han sufrido ataques debido a estos tintes políticos.
Un logotipo que se integra en nuestra cultura
A pesar de todo ello, no podemos negar que el toro de Osborne sigue siendo a día de hoy uno de los símbolos nacionales por excelencia, incluido en diseños de banderas españolas que se dejan ver en eventos de diferente índole. Un logotipo que además traspasa fronteras, siendo reconocible por extranjeros y foráneos como algo típico de la cultura española.
Este es un claro ejemplo de cómo una marca comercial llega a crear un auténtico símbolo nacional a través su logotipo. Del mismo modo, las bodegas Osborne se han convertido en una de las bodegas más reputadas y reconocidas del país, y podríamos considerarlas casi también como parte de nuestro patrimonio cultural.