Historia detrás del logo de GE
Las marcas fuertes son aquellas que ‘dicen lo que hacen’, es decir, su propuesta de marca, está presente en toda su cadena de valor y sabe enfocarla a sus grupos de interés. Este es el caso de GE.
En 1876, Thomas Edison fundó un laboratorio comercial de investigación, que sería la base de GE, donde se establecía que el objetivo de dicho laboratorio debía ser la creación de pequeños avances para la sociedad cada 12 días y un gran invento cada 6 meses. Desde la bombilla, el telégrafo, el transmisor, el gramófono o el tren eléctrico han sido algunos de los resultados de este sistema de innovación y esta filosofía de marca.
La mayor visión de la compañía fue la de comprender que su mayor invento, la bombilla, no servía de nada si los hogares no poseían un sistema de electricidad propio, ahí surgió la verdadera marca. A los sistemas de turbinas y material de distribución de energía se les llamó: General Electrics. Dando lugar en 1896 al conocido GE.
Desde su nacimiento GE, comprendió que no era un fabricante de tecnología, sino que era un amigo que te facilitaba la vida. El primer anuncio de la época rezaba ‘GE, iniciales de una amigo. Vivir mejor con electricidad’.
Es una de las primeras veces en la historia que una marca fabricante se posicionaba emocionalmente frente al consumidor.
Así empezó GE, utilizando una marca que se adecuaba a su propuesta de valor cercana y personal, creando un logotipo tipográfico de trazo, que denota sencillez, personalidad y cercanía. Este logotipo quería representar el filamento de cobre de la bombilla incandescente, un valor único e histórico de la compañía que sabrían mantener y evolucionar a lo largo de su historia.
Ya en en 1900, GE comenzó a diversificar su negocio fabricando turbinas para la aviación, escáners médicos, material aislante, etc.
Esto le llevó a plantearse su posicionamiento, hasta ahora ‘vivir mejor con electricidad’, lo que dio paso a un simple cambio de tagline que abría los horizontes más allá del componente: ‘Vivir mejor con tecnología.’
Este mismo cambio de posicionamiento, vino acompañado de la apuesta firme por GE, en lugar de General Electric, que le encorsetaba en el mundo de la electricidad. Mientras que GE había nacido como un ‘amigo’, y despertaba confianza en sus consumidores.
Este cambio vino seguido de nuevos restyling de marca, donde se creaba una identidad más comercial y más icónica, dotando de un color a la marca y proporcionando elementos de dinamismo, fuerza e innovación, manteniendo la esencia de la misma.
La marca necesitaba un icono que fuera reconocible en la nueva era de la comunicación, y mantuviera la esencia de la misma.
A medida que pasaron los años, GE fue desarrollando nuevas divisiones de negocio. En la gran grisis, desarrolló un sistema para financiar la compra de pequeños electrodomésticos. Ahí nació GE Servicios Financieros.
Fue entonces, cuando la compañía optó por un sistema monolítico de marcas descriptivas, ya que la creación de nuevas supondría una pérdida de esfuerzos e inversiones.
Este avance en servicios y productos, dio paso a una nueva propuesta de valor más amplia ‘Progreso para la gente’.
Cuatro fueron los pilares de este éxito:
- Una idea simple de marca, que ha evolucionado con el mundo que la rodea.
- La marca corporativa ha sido desde el primer día, el vehículo conductor que generó el vínculo del cliente con la marca.
- Un enfoque siempre al consumidor. Propuestas cercanas a sus necesidades.
- La identidad coherente en su historia y justificada en sus cambios siendo fiel a su herencia.
Ahora, en el S.XXI, GE afronta un nuevo reto, en un mundo más dinámico, ha tenido que adaptar su identidad a las realidades de nuestros mercados, donde la cercanía, la simplicidad, el optimismo y la didáctica, son necesarios para ser relevantes.
La nueva segmentación cromática de GE para las diferentes unidades de negocio, la simplificación de su arquitectura de marca y la creación de una imagen limpia, sencilla y fresca, son los pilares de la nueva era que sin duda seguirá cambiando nuestras vidas: ‘Imagination at Work’