Los colores son una parte fundamental, imprescindible en el diseño gráfico… En función de lo que queremos lograr, la impresión o sentimiento que queremos provocar, hemos de escoger un color u otro a la hora de realizar una imagen, un logo, etc.  Por eso me gustaría, poco a poco, ir hablando de las características de cada color. Comenzaré con el rosa.

Si hemos de definir lo que el color rosa transmite en una sola palabra, posiblemente esa palabra sería positividad.

Es que es curioso que, a pesar de no tratarse de un color que cause grandes impresiones, también es cierto que pocos —casi nadie— puede decir nada malo de él. Tanto es así que se trata de un color muy utilizado, quizá por la inmensa variedad de tonos y la diferencia entre ellos y que además son todos complementarios.

Se asocia a la feminidad, quizá por eso es rechazado por muchos hombres; y por eso por lo que muchas mujeres lo rechazan también. El rosa es delicadeza y sensibilidad. 

Pero el color rosa no ha sido siempre el color de las mujeres y las niñas. Si echamos la vista un siglo atrás, el rosa era un color vinculado al mundo masculino, lo amantes de la pintura lo saben bien porque muchas son las obras que reflejan este hecho; incluso, como dato curioso, los periódicos deportivos de aquella época, que tenían como público mayoritario a los hombres, eran impresos en color rosa.

Seguro que te suena la frase hecha «el mundo o la vida de color de rosa». Solemos recurrir a este color cuando hablamos de ilusione, de ideales… Podemos decir entonces que es el color de los soñadores y de los sueños.

Sin ninguna duda, utilizado fuera de convencionalismos, el color rosa puede ofrecer resultados muy originales y creativos.